Hace algunos meses recibimos una invitación de las profes de la Escuela Superior de Diseño de Madrid (ESDM), para acompañarles en un seminario permanente. Este espacio de discusión tenía como objetivo (re)pensar qué les había ocurrido desde que se habían embarcado en el proyecto de autoconstrucción La Escuela Crece, con Recetas Urbanas.

La Escuela Crece nació con la intención de resolver las limitaciones espaciales a las que se enfrentaban equipo docente y alumnado, en lo que se había convertido en la sede de las cuatro disciplinas de diseño que se impartían en la Comunidad de Madrid, antes disgregadas por diferentes instalaciones, sin conexión ni diálogo posible entre ellas –lo contamos aquí-.

Afortunadamente, a veces sucede que los desafíos se transforman en oportunidades y el desarrollo del proyecto fue abriendo el foco más y más. Lo que surgió como una solución a un problema concreto, se transformó en un laboratorio de experimentación educativa, muy en sintonía con el propio proceso de reflexión en el que la institución llevaba tiempo embarcada. La Escuela Crece abrió la oportunidad de aprender y ensayar nuevas prácticas, incorporar procedimientos y metodologías, repensar el aprendizaje, entender las intensidades afectivas. Un movimiento evolutivo que nos sorprendió muy gratamente, porque es educación pública, y porque es lo que entendemos toca hacer en medio de esta -tristemente célebre- crisis de modelo en la enseñanza universitaria.

Nuestra propuesta de acompañamiento se ha estructurado en cuatro bloques, que iremos abordando a lo largo de este mes de Marzo:

  1. Comunicación y Gestión de Conocimiento: con el objetivo de hacer comprender y comprenderse, de narrar(se), que es como se crea realidad, y también de reutilizar lo aprendido y ofrecerlo para que otras lo retomen, lo reutilicen, lo mejoren. La Escuela Crece ha supuesto encontrarse con prácticas que tal vez puedan ser replicadas en iniciativas similares.
  2. Educación expandida y aprendizaje activo: para nosotras, es lo que ha sucedido aquí a modo prototipado. Salir del aula y co-producir con las otras, experimentar formas cooperativas de desarrollar proyectos, incorporar estas metodologías en las curriculas, aprender juntas.
  3. Pensamiento de Ciclo de Vida: nuestra permanente y vigilante línea transversal, que, entendemos, debiera constituir la espina dorsal de cualquier proyecto de diseño que pretenda caminar hacia la sostenibilidad ambiental, social y económica -¿hay otra alternativa?-.La Escuela Crece involucra muchas componentes que, juntas, hacen posible o imposible, viable o inviable. Nosotras creemos firmemente que la autoconstrucción debe además incorporar criterios de sostenibilidad que extiendan la mirada a todo el ciclo de vida de los materiales, que apuesten por la reutilización contra el despilfarro, que consideren los impactos sociales, ambientales y económicos de todos los elementos que intervienen en el proceso.
  4. Visualización de datos: pensando maneras de construir nuevas narrativas que den cuenta de lo complejo. Diseñando herramientas que acompañen estas nuevas dinámicas de coproducción. Mejorando nuestra efectividad como colmena.

    Foto: Fernando Pascual

Nuestro agradecimiento a la Escuela y, sobre todo, nuestra admiración y reconocimiento a todo ese equipo de profes, que han decidido no desistir ante este adverso zeitgeist que parece imponer por todas partes desmotivación y desilusión, y al que trabajando juntas peleamos por darle la vuelta.

ESDM: Repensar la Escuela desde la participación activa

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